El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conmemora la condena del brutal asesinato de las hermanas Minerva, María Teresa y Patria Mirabal Reyes, activistas políticas de la República Dominicana, opositoras al régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo en 1960. Las hermanas Mirabal y sus esposos participaban en el movimiento revolucionario 14 de junio, bajo el pseudónimo de Las Mariposas. El 25 de noviembre de 1960 fueron apresadas en una emboscada y murieron a manos del servicio de inteligencia militar.
El brutal asesinato de las hermanas Mirabal y Rufino de la Cruz conmovió profundamente a la sociedad dominicana y significó el inicio del fin del régimen dictatorial, que terminaría el 30 de mayo de 1961, con el asesinato del dictador. En recuerdo de las hermanas Mirabal, en nuestros días miles de personas se manifiestan y luchan por alcanzar una vida libre de violencia hacia las mujeres.
Sin embargo, fue hasta diciembre de 1999 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce este día como la fecha oficial del Día Internacional de la No Violencia hacia las Mujeres después de una petición que hiciera República Dominicana, ante la Asamblea General de la ONU.
Actualmente, y a pesar de los esfuerzos que han realizado los países de manera institucional, así como organismos de la sociedad civil, millones de mujeres continúan siendo ignoradas, insultadas, humilladas, golpeadas, violadas, mutiladas y asesinadas; esta situación no sólo ocurre en las calles, también en la escuela, en el trabajo y hasta en el propio hogar. La violencia hacia las mujeres se manifiesta de diversas formas, a veces es muy clara y extrema, como los golpes, otras en cambio son más sutiles y poco perceptibles ocultándose en las palabras, en los silencios o en las omisiones; sin embargo, sea cual sea la forma en que se presente, ésta siempre produce un daño y consecuencias que pueden perdurar a través de generaciones.
Si observamos algunos datos a nivel mundial tenemos que el 35% de las mujeres y las niñas sufren alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas. En algunos países esta cifra asciende al 70%. Se calcula que más de 30 millones de niñas menores de 15 años, están en peligro de ser sometidas a la mutilación genital femenina. Más de 130 millones de niñas y mujeres ya están mutiladas. En el mundo, en la actualidad, más de 700 millones de mujeres se casaron cuando era niñas, de las cuales 250 millones eran menores de 15 años. Las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 tienen menos probabilidades de terminar su educación y más de sufrir violencia doméstica y complicaciones en el parto.
En lo que se refiere a México, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de las Dinámicas de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2011) del total de mujeres violentadas durante su estancia en la escuela por algún compañero, maestro o autoridad del plantel educativo donde ellas estudian o estudiaron, 75.9 % vivieron violencia de tipo psicológico (humillaciones, denigraciones, ignorarlas, hacerlas sentir menos o mal frente a otras personas) 42.2% sufrieron violencia física o sexual (maltrato corporal, proposiciones de relaciones sexuales a cambio de calificaciones, caricias y manoseos sin consentimiento, represalias por no acceder a propuestas u obligarlas a tener relaciones sexuales).
Por tal motivo, como autoridades educativas tenemos el compromiso ético y la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar una vida libre de violencia al interior del Instituto Politécnico Nacional, dado que en el ámbito - educativo, además de transmitir conocimiento, también es un espacio de socialización donde se fomentan valores, costumbres y representamos comportamientos.
La Comunidad Politécnica, consciente de la importancia de incorporar la perspectiva de género en nuestras actividades académicas y administrativas, a través de las Redes de Género, busca erradicar las relaciones de poder desiguales que puedan dar origen a prácticas violentas hacia las mujeres en nuestros centros educativos. En ese sentido, exhortamos a nuestras compañeras y compañeros politécnicos a fomentar el buen trato, en todas nuestras relaciones y a promover que nuestros espacios académicos sean lugares libres de violencia contra las mujeres.
Este 25 de noviembre, conscientes de la importancia de incorporar la perspectiva de género en nuestras actividades académicas y administrativas, a través de la Redes de Género, nos pronunciamos en contra de cualquier tipo de violencia hacia las mujeres, hacia nuestras estudiantes, compañeras, directivas, administrativas, investigadoras y docentes, logremos erradicar las relaciones de poder desiguales que puedan dar origen a prácticas violentas hacia las mujeres en nuestros centros educativos. Exhortemos a nuestras compañeras y compañeros politécnicos a fomentar el buen trato, en todas nuestras relaciones y a promover que nuestros espacios académicos sean lugares libres de violencia contra las mujeres.
Dirección ESM
